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La salud mental y la esclerosis múltiple (EM) van de la mano. Y es que esta enfermedad autoinmune lesiona la sustancia que recubre las fibras nerviosas (mielina) de nuestro Sistema Nervioso Central y produce daños en distintas áreas del cerebro implicadas en las emociones. Pero, también, nos pone en la tesitura de tener que aceptar una enfermedad crónica cuyo futuro es, en muchos casos, incierto.

Síntomas psicológicos en la EM y cómo abordarlos

La depresión y la ansiedad son dos trastornos psicológicos muy comunes en la esclerosis múltiple. Esto se debe a la dificultad de aceptar la enfermedad y saber que vamos a tener que vivir con ella toda la vida. Sin embargo, con ayuda psicológica nos daremos cuenta de que, si bien no podemos conocer cómo va a evolucionar la enfermedad (podríamos sufrir un solo brote en 10 años o 10 brotes en un año), sí podemos ponernos en manos de profesionales, quienes nos pautarán los tratamientos necesarios para frenar el avance de la EM.

Otros síntomas psicológicos derivados de la esclerosis múltiple son:

    • Cambios en el comportamiento: podemos mostrar una impulsividad desmedida. Se cree que puede deberse al daño que hace la EM en la parte del cerebro que controla los impulsos. Asimismo, podemos manifestar apatía, agresividad e impaciencia.
    • Enfado o ira: todas las personas, en algún momento, hemos sentimos ira, rabia y mucho enfado por alguna situación o una persona que nos ha hecho daño. Es normal desarrollar también este sentimiento contra la EM, incluso de manera más intensa. Asimismo, es posible que la ira se desencadene por el daño de la enfermedad en el área del cerebro encargada de controlar las emociones.
    • Labilidad emocional: esta reacción involuntaria e incontrolable hacia la risa y/o el llanto afecta al 10 % de las personas con EM, aproximadamente. Se caracteriza por no poder controlar la risa o el llanto en situaciones en las que no procede tener esa reacción.

Sean cuales sean los síntomas psicológicos que tengamos y sea cual sea la causa por la que se produzcan, es muy importante buscar ayuda cuando veamos que no podemos afrontar la enfermedad. Es primordial aceptar la enfermedad e informarse todo lo que podamos sobre ella, para adoptar los mejores hábitos y el tratamiento más apropiado. Al mismo tiempo, es muy recomendable llevar un estilo de vida saludable; hacer una vida activa y social en la que se incentiven las relaciones sociales; elevar la autoestima y quererse a uno mismo.

La EM suele diagnosticarse en personas jóvenes, por lo que es conveniente ponerse manos a la obra cuanto antes para conocer esa estrecha relación existente entre salud mental y esclerosis múltiple y poder hacer frente a los síntomas, de forma que la calidad de vida aumente considerablemente.